El estadio Ryugyong Jog Ju Yong fue majestuosamente engalanado. Era el escenario de la función artÃstica ofrecida por Kim Jong-un, Presidente de la República Popular Democrática de Corea, en honor al Presidente de Cuba. La delegación cubana en pleno habÃa sido invitada también.
La multitud allà concentrada resultó sobrecogedora, impactante. A la entrada de ambos presidentes el auditórium estalló y el pueblo abrió otra vez sus brazos a Cuba.
Un bellÃsimo espectáculo cobró vida y el tiempo pareció detenerse entonces. Icónicas melodÃas como la Marcha del 26 de Julio, Guajira Guantanamera, Damisela encantadora y ¡Cuba, qué linda es Cuba! fueron armoniosamente interpretadas por reconocidos artistas locales.
Canciones de amistad y heroÃsmo se sumaron a la velada. Las letras hablaban de obstáculos y vÃctimas, de sentimientos sublimes y honores insuperables, de amor patrio y solidaridad, de cariño hacia Cuba y sus lÃderes, de esperanza y amor, de muchos sacrificios…
La evocación a Fidel y a Kim Il Sung no dejó de estar presente. La gala fue un recorrido por la historia de amistad entre ambos pueblos. Una amistad que ha superado las distancias fÃsicas y a la cual esta primera visita oficial de DÃaz-Canel como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba envuelve en aires de continuidad.
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